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La Danza Como Estrategia Para Mejorar Los Procesos de Autorregulación



En la actualidad, la ausencia de rutinas, el escaso acompañamiento de los padres en el proceso de crianza de sus hijos y la ocupación del tiempo libre frente a las pantallas, está generando en la población infantil principalmente, grandes dificultades en el mecanismo de Autorregulación, que de acuerdo con la Dra. Ana Lucía Campos se define como el principal mecanismo a través del cual las personas son capaces de controlar sus deseos e impulsos y manejar su comportamiento, emoción y cognición; siempre en función de alcanzar la meta deseada; para lograr esto, se requiere activar mecanismos que eviten las distracciones a corto plazo.

Esto significa, que ayudarles a nuestros hijos desde que nacen a que sean niños regulados, es una tarea que requiere autodisciplina y esfuerzo, y sobre todo interiorizar sobre la importancia que tiene en todo el proceso de desarrollo, incluyendo la etapa adulta.

Muchos de los motivos de consulta por los que llegan los padres a DANZAR son: "mi hija se distrae con facilidad", "mi hijo no logra estarse quieto ni en casa, ni en el salón de clases", "mi niño hace pataletas constantemente", "mi hija no sigue instrucciones, pareciera que no escuchara cuando le hago una petición", "mi hija empieza una tarea y no la termina".

Al iniciar el proceso de intervención, se observa al niño tanto en la consulta individual, como en las sesiones de danza, las cuales son grupales. De esta manera, se evidencia en las primeras entrevistas individuales, que el niño no da cuenta después de leer y preguntar sobre lo leído, se levanta de su silla constantemente, no responde claramente a las preguntas que se le hacen. En las sesiones de danza, corre por todo el espacio desde que inicia la clase hasta que termina, se debe repetir una instrucción más de 4 veces, invade el espacio de su compañero, lo empuja, etc.

Estos síntomas, evidencian que algo está sucediendo con su proceso de autorregulación; por lo tanto, se inicia la terapia a través de la danza como proceso complementario a la intervención psicológica; pues es importante saber que la técnica de la Danza clásica le ayuda al niño a tener una preparación física y mental, le favorece la concentración, la coordinación de sus movimientos y tener dominio sobre el espacio; es decir, que a partir de este proceso se le ayuda al niño a encontrar en él la capacidad para autorregularse.

Teniendo en cuenta que la Danza Clásica es una manifestación artística en la que se realizan ejercicios de repetición, se prepara al cuerpo para realizar movimientos que comúnmente no se hacen, se trabaja la fuerza y tiene como finalidad el control del movimiento, el niño que lo practica debe poner toda su fuerza, realizar repeticiones, tomar conciencia de su cuerpo y de su respiración; por lo tanto, al realizar la práctica de forma continua, podrá mejorar su capacidad para centrar su atención, seguir instrucciones, iniciar y terminar una tarea, entro otras.


Escrito por:


Sandra Rueda

Psicóloga

Especialista en Neuropsicología Infantil




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