¿Les ha pasado familias, que tengan que prescindir de su cuidadora porque han detectado que ella usa alguno o varios de éstos aparatos electrónicos mencionados en el título de este artículo para procurar que su hija/o preste atención, "se quede quieto", consuma los alimentos del día, entre otros?. Pues bien, si es así, tómate unos minutos para leer el caso al que me referiré a continuación.
Se trata de Felipe, un niño de 3 años. Vive en casa con su hermano mayor Andrés y sus padres Catalina y Pedro, quienes salen desde temprano a trabajar y regresan en la noche. Catalina acudió a mi ayuda porque su hijo no sigue instrucciones, le pega a su hermano
a su nana y a ella. Ya no saben qué hacer para que Felipe mejore su comportamiento, expresa Catalina, porque siente que la armonía de su hogar se está perdiendo.
Asisto como siempre a casa de la familia, con el propósito de observar al niño en su entorno familiar. Efectivamente en esa primera entrevista a Catalina y primera sesión con Felipe, lanza punta pies a su mamá, tira sillas al suelo, tuerce los ojos, etc. En el relato que hace Catalina expresa que estuvo con su hijo los meses de licencia, y que luego Felipe quedó a cargo de su niñera, una joven de 25 años, Paula. Todo parecía que funcionaba muy bien hasta que Felipe cumplió 2 años y lo ingresaron al jardín; en éste, empiezan a reportar que Felipe no socializa con los demás compañeritos, no sigue instrucciones, es inquieto, se le dificulta manejar sus emociones y en ocasiones es agresivo con las maestras y pares. Esto preocupa a los padres, quienes de inmediato piden apoyo psicológico; y así es como se inicia el proceso con este niño. Durante las entrevistas con la madre, se encuentra que la niñera en su rutina con el niño olvidaba la importancia de estimular su motricidad, esto quiere decir, que desde que ella lo empezó a cuidar (4 meses de nacido), permaneció la mayor parte del tiempo en su cuna o en el Moisés, acostado sin moverse, sin reptar, sin ser llevado al piso, y ella conectada a su celular. A medida que el bebé fue creciendo, empezó a pasarle la tablet y a ponerlo frente al t.v para que se "entretuviera", y así eran sus rutinas hasta cumplir sus dos años de edad; esto indica, que desde muy temprano, empezó a estar conectado a las pantallas sin recibir estimulación ni socializar con otros niños de su edad u otras edades.
Después de que han pasado 6 meses de tratamiento, en el que los padres se han comprometido a seguir las recomendaciones que se dan en cada orientación, todo es distinto en casa: Felipe ha disminuido su agresividad, tiene mayor disposición para socializar con otros niños, focaliza más su atención, sigue de mejor manera las instrucciones que se le dan y su nivel de hiperquinesia ha disminuido también. Todo esto es, debido a que mamá y papá han tomado conciencia sobre la importancia que tiene más lectura en voz alta, más movimiento y contacto físico y menos pantallas. Cada día Felipe, siente menos necesidad de conectarse a las pantallas, mayor interés en salir a jugar con otros niños, menos agresividad y más deseo de bailar y leer.
Por todo lo anterior, DANZAR Centro de Psicoterapia Infantil, mamá y papá, te invitamos para que empieces en casa con tu hija/o a tener rutinas que vinculen el movimiento (tirar la pelota, saltar, bailar, correr, jugar a las escondidas, etc) y a que a diario tengan en casa la Hora del Cuento, en especial sin ilustración.
Escrito por: Sandra Rueda
Psicóloga
Neuropsicóloga Infantil
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