DANZAR, un Centro de Psicoterapia Infantil de Cali, ha sido el espacio donde yo como psicóloga he podido evidenciar los logros que obtienen las niñas a partir del momento en el que empiezan a hacer parte del proceso que ofrecemos desde la Danza. Algunas asisten una vez por semana y otras dos o tres día más; pero cada vez, se hace más gratificante observar cómo en 4 sesiones podemos obtener resultados; y es que la Danza según Merom, es una práctica de tipo holístico que puede ser definida como la actividad sensomotriz de carácter rítmico, que implica factores físicos, psíquicos y sociales. Esto indica que La Danza como práctica actúa sobre los aspectos más importantes en la vida del niño. Por lo tanto, es importante resaltar lo que se pueden lograr las niñas cuando danzan.
En cuanto a lo FÍSICO, le ayuda a crear la necesidad para realizar actividad física, generando en ella un hábito igual al de comer, dormir, estudiar, etc; lo que ayudará a prevenir muchas enfermedades que se presentan en la etapa adulta. Se fortalece el tono muscular, el cuál favorece los procesos de lecto-escritura, se le ayuda a interiorizar sobre la importancia de una adecuada postura; lo que prevendrá desviaciones de columna, dolores musculares en un futuro, entre otros. Se enseña sobre la conservación o al retorno de la adecuada respiración con la que nacimos, que le facilita un mejor estado físico y control de emociones.
Con respecto a lo PSICOLÓGICO, la niña logra reconocerse a sí misma a través de su propio cuerpo, de sus movimientos, de su postura. Para este proceso, se hace necesario mirarse al espejo, pedirle constantemente que centre la atención en sí misma y desarrollar las sesiones sin la intención de generar competencia. Además, les ayuda a confiar en sí mismas, a esforzarse y a tolerar la frustracion. Esto se logra a partir de un discurso positivo y motivador, una dinámica en la que las niñas tengan un espacio para expresar sus pensamientos y sus emociones. En Danzar lo hacemos al inicio, preguntándoles la expectativa que tienen para la clase y al final expresando su sentir. Lograr que se reconozcan a sí mismas es la oportunidad para iniciar el reconocimiento de las demás; es decir, que empieza a identificar que así como ella, las demás también poseen grandes fortalezas; por lo tanto, las sesiones se enfocan en este momento a que trabajen en equipo y se ayuden unas a otras. Un momento crucial en el desarrollo de la dinámica es cuando las niñas se preparan para salir a escena; es decir que se adapta un cuento a una obra que integra la literatura, la narrativa y la danza y que se ha trabajado a lo largo de varios meses para ser llevado a escena. Las experiencias dejadas en cada una de estas obras que hemos presentado en diferentes teatros de la ciudad, nos ha permitido concluir que cuando cada niña se enfrenta a un público, manifiesta todo lo que ha logrado a lo largo del proceso: confianza en ella misma, en sus capacidades, en su potencial, su seguridad, entre otras; y comprenda el significado que tiene la sensación que otorga esforzarse para cumplir las metas.
En relación a lo SOCIAL, las niñas logran a lo largo del proceso conectarse con su entorno; lo que les permite fortalecer su capacidad de cooperación, de solidaridad, de empatía. Después de vivir el proceso de reconocimiento propio, inician el proceso de reconocimiento de las demás; en esta etapa, se conectan con sus pares, niñas menores o mayores que ellas, aceptando sus diferencias, entendiendo y viviendo lo que conocemos como solidaridad de género, pero que en otros términos es llamado sororidad. Danzar es un lugar donde las niñas adquieren herramientas que les permite relacionarse de una manera adecuada consigomismas y con los demás entendiendo que la dinámica de DANZAR, es primero Danzar consigo misma, luego Danzar con otros y finalmente Danzar para otros. De esta manera, comprobamos que así como lo plantea María Fux, una extraordinaria bailarina argentina creadora de la Danzaterapia al Danzar no solo se enriquece el área individual, sino que al hacerlo en grupo también se enriquece el área social.
Escrito por:
Sandra Rueda
Psicóloga
Especialista en Neuropsicología Infantil